Exploración de la variedad y complejidad de las malformaciones auriculares
¿Sabía que al menos uno de cada seis mil bebés nace con una malformación congénita en una o ambas orejas?
Si tiene algún cambio en el oído o incluso en el conducto auditivo, no se alarme: es mucho más frecuente de lo que cree.
¿Qué es una malformación congénita? Si nunca ha oído este término, ¡no se sorprenda! Aunque la palabra "malformación" suena aterradora, significa simplemente que algún órgano presenta un cambio en su estructura desde el nacimiento. La causa puede ser genética o deberse a influencias externas, pero a menudo se produce simplemente por casualidad.
¿Cómo se producen las malformaciones auriculares?
Al igual que todo el cuerpo del bebé, el conducto auditivo externo y los oídos se estructuran durante el embarazo. A medida que el feto crece, se van formando estas dos cavidades que permiten oír, pero en algunos casos ocurre que la oreja y el conducto auditivo dejan de desarrollarse o se desplazan hacia donde no deberían.
Esto da lugar a malformaciones, que pueden dañar sólo la parte externa de la estructura o también el conducto auditivo externo, mermando la capacidad auditiva del futuro niño.
Cuando un niño nace con una malformación, los padres suelen pensar: ¿qué he hecho mal?
Aunque existe la posibilidad de que los factores que causan estas malformaciones sean genéticos o externos -como una mutación en uno de los progenitores o algún traumatismo sufrido por la madre durante el embarazo, por ejemplo-, en muchos niños la malformación se produce al azar, sin ninguna razón concreta.
Conozca las malformaciones del oído y cómo tratarlas
Desgraciadamente, poco se habla de las malformaciones del oído en Brasil. Cuando no es una malformación común, pocos reciben el diagnóstico y el tratamiento correctos, con el resultado de que muchos pasan por la vida sin saber que tienen una alteración congénita y que puede estar afectando a su vida diaria.
Las orejas hinchadas, u orejas prominentes, son una afección frecuente caracterizada por orejas que sobresalen más de la cabeza, lo que puede afectar a la autoestima de niños y adultos.
Las orejas constreñidas, también conocidas como "orejas en copa", son deformidades caracterizadas por la formación incompleta de la estructura de la oreja, lo que afecta a la estética. Corresponde a una oreja plegada o "arrugada" con diversos grados de gravedad a medida que aumenta el pliegue de la oreja. Esta oreja se caracteriza por tener un aspecto más cerrado y en forma de concha. La parte superior o inferior también está más encogida. Existen dos niveles de orejas estrechas: la oreja en asa y la oreja en copa. El primero se produce cuando la parte superior de la estructura está doblada, y este nivel de curvatura puede ser discreto o incluso dar la impresión de que la oreja está doblada. En el caso de la oreja en copa, la estructura es aún más curvada y está casi toda girada hacia dentro. Oreja en copa x microtia: muchas personas confunden la oreja en copa con la microtia, debido al aspecto de estas malformaciones, que puede ser similar. Sin embargo, en la microtia hay que recrear toda una estructura que no se desarrolló allí durante el embarazo, en la oreja en copa sólo hay que remodelar la zona.
Existen tratamientos específicos para cada caso de oreja curvada: Oreja en asa Cuando sólo está curvada la parte superior de la oreja, es necesaria una intervención quirúrgica para levantar, estructurar y recolocar la parte que estaba curvada. Oreja en copa Como en el caso de la microtia, en algunos casos es necesario recurrir al injerto de cartílago para dar a la oreja la altura que necesita. Sin embargo, esta cirugía es mucho más sencilla, ya que las estructuras necesarias están ahí y todo lo que se necesita es realinearlas a la forma estándar.
La criptotia es una afección poco frecuente en la que la parte superior de la oreja queda oculta bajo la piel del cuero cabelludo. Puede pasar desapercibida al nacer y hacerse más evidente a medida que el niño crece. El tratamiento varía según la gravedad del caso y puede incluir terapias no invasivas o intervenciones quirúrgicas para liberar la oreja y restaurar su posición de forma natural.
Para corregir la criptotia, es necesario recurrir a la cirugía para recrear el primer tercio de la oreja. En ella, el médico responsable "desenterrará" la estructura que está enterrada bajo la piel. Esto permite construir esta curvatura que antes no existía, así como crear este surco detrás de la estructura. Como resultado, además del aspecto estético, el paciente podrá dar a esa parte de la oreja una función, ya sea soportar unas gafas, utilizar unos auriculares o incluso sujetar el pelo a esa parte, algo que era imposible debido a la malformación.
A diferencia de la microtia, la macrotia se caracteriza por un aumento del tamaño de la oreja, que la hace más prominente y desentona con el resto de la cara. La mayoría de los casos de macrotia se dan en personas mayores, cuando se produce un aumento de la parte inferior de la oreja debido a la edad avanzada. Sin embargo, hay casos en los que esta afección es congénita y el bebé nace con la estructura externa del conducto auditivo más grande de lo que se considera normal. No hay que confundir la macrotia con las "orejas caídas": aunque ambas tienen el aspecto de ser más grandes de lo normal, la oreja más prominente o caída no se debe a una malformación genética, sino a que el cartílago está más "despegado" de la estructura ósea, pero sus medidas siguen siendo normales. Dimensiones normales: longitud de 5,5 a 7 cm y anchura de 50-60% de la longitud.
Al igual que la microtia, la macrotia sólo puede tratarse con cirugía, ya que hay que reestructurar la oreja para que alcance el tamaño adecuado. Sin embargo, la buena noticia es que la macrotia no daña la audición, a pesar de su estética. Por este motivo, es mucho más fácil de diagnosticar y tratar que otras malformaciones. Cuando se realiza una cirugía de reducción en una persona mayor, normalmente sólo se ve afectada por la intervención la zona del lóbulo. El cirujano reduce esta zona y la cicatriz queda oculta detrás de la oreja. En los casos en que es congénita, la cirugía tiene por objeto reducir la zona que rodea la oreja, por lo que puede reducirse hasta 1,5 centímetros de longitud y 0,5 centímetros de anchura.
También conocida como "orejita", es una de las malformaciones de las que más se habla. Se caracteriza por una reducción del tamaño de la parte externa de la oreja, y en los casos más graves puede incluso no haber estructura visible, por lo que es una deformación reconocible incluso por los profanos. El primer paso si sospecha que su hijo tiene microtia es acudir a un médico especialista. Ellos se encargarán de averiguar el nivel de la malformación y en qué medida afectará al conducto auditivo del bebé. Haz pruebas para comprobar el funcionamiento de los riñones y el corazón: durante el embarazo, la parte facial se desarrolla en los tres primeros meses, al igual que los riñones y el corazón. Por eso, cuando se diagnostica microtia, es necesario someterse a una batería de pruebas para averiguar si alguna otra parte del cuerpo se vio afectada durante el periodo en el que la oreja no se desarrolló. Con el diagnóstico en la mano, será posible descubrir las consecuencias de la microtia en el niño y buscar el tratamiento más adecuado.
El tratamiento dependerá del grado de afectación de la microtia en la audición del paciente y existen varias alternativas para esta malformación: Cuando el conducto no está afectado En este caso, existen tres opciones posibles: mantener la oreja tal y como está, utilizar una prótesis auricular y realizar una reconstrucción con cartílago. En el primer caso, el paciente mantiene la forma de la oreja tal y como es, ya que sólo sería estética, puesto que la audición no se ha visto afectada. En el segundo caso, es posible implantar una prótesis que sólo tendrá fines estéticos, ya que servirá para camuflar la ausencia de la estructura. En el tercero, con la ayuda del cartílago costal, se esculpirá un molde que copiará la forma de la oreja y servirá para reconstruir la región. Cuando el conducto está afectado Hay casos en los que la microtia es tan grave que cierra el conducto entre la oreja y el pabellón auditivo, perjudicando la función auditiva. En este caso, lo mejor es que el paciente utilice audífonos para facilitar o permitir la audición. En estos dispositivos, el sonido llega al paciente a través de pequeños electrodos.
La oreja de Stahl es una deformidad en la que la oreja tiene una forma más puntiaguda y hay una mayor cantidad de cartílago en la primera parte externa de esta estructura. Esto da la apariencia de una oreja que recuerda a figuras míticas como hadas y extraterrestres. ¿Sabía que esta malformación también recibe el sobrenombre de orejas de Spock, que hace referencia a la serie de televisión Star Trek? En ella, Spock, interpretado por Leonard Nimoy, tiene una oreja puntiaguda igual que los que tienen esta deformidad. Sin embargo, el actor no tenía orejas de stahl y, para dar vida a las orejas puntiagudas de su personaje, utilizó prótesis. Está causada por la acumulación de cartílago y, en algunos casos, al producirse un nuevo "pliegue" en la estructura de la oreja, se desarrolla una desviación en la parte superior, dando forma a una parte más puntiaguda. Aunque puede causar molestias, esta deformación no daña el conducto auditivo.
La oreja de Stahl es fácil de diagnosticar y puede descubrirse en los primeros días de vida del bebé. Esto facilita el tratamiento, ya que los recién nacidos son mucho más flexibles y esto permite reestructurar el cartílago. Por lo tanto, cuando se descubre rápidamente, es posible tratar esta malformación con un molde que ajusta la forma de la parte superior e inferior de la oreja. Cuando el diagnóstico es tardío, es necesaria una intervención quirúrgica para dar forma a esta estructura. En estos casos, el cirujano plástico encargado remodela y recoloca la oreja para adecuarla. A pesar de ser una intervención quirúrgica, se trata de un procedimiento de bajo riesgo y rápida recuperación.
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Dra. Clarice Abreu
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